¿Qué son los probióticos?

  • 23/02/2024

Los probióticos son microorganismos vivos, que se encuentran en productos alimenticios o suplementos. Consumirlos puede beneficiar nuestra salud, al mejorar el equilibrio de las bacterias intestinales.

Generalmente se consideran seguros para personas sanas de todas las edades.  Se pueden encontrar presentes naturalmente en algunos alimentos fermentados, agregados a algunos productos alimenticios o disponibles como suplementos dietarios. Sin embargo, no todos los alimentos y suplementos dietéticos etiquetados como “probióticos” han demostrado ser beneficiosos para la salud. Los beneficios dependen de los tipos y cantidades agregados. Además  tienen que cumplir ciertos requisitos: estar vivo al momento de la ingesta, haber sido identificado a nivel de género, especie y cepa y ser capaz de sobrevivir en el entorno intestinal.

Los probióticos comunes incluyen lactobacilos, bifidobacterias, saccharomyces, estreptococos, enterococos, escherichia y bacilos. Reciben su nombre por sus género, especie y cepa. Un ejemplo es Lactobacillus rhamnosus GG. En este ejemplo, Lactobacillus es el género, rhamnosus es la especie y GG es la cepa. Este microorganismo también es conocido por su abreviatura, LGG.

¿Cómo funcionan los probióticos?

Las bacterias del intestino pueden perder el equilibrio por muchas razones diferentes. Estos incluyen envejecer, tomar antibióticos, enfermedades como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad inflamatoria intestinal, después de un episodio de intoxicación alimentaria (gastroenteritis) o una cirugía intestinal. Muchos probióticos restablecen el equilibrio de las bacterias intestinales y pueden ayudar a que el cuerpo funcione de manera óptima.

Cuando se consumen, compiten por el espacio y los alimentos con bacterias potencialmente dañinas, expulsándolas del intestino. Los probióticos también permiten que el sistema inmunológico combata mejor las infecciones y pueden ayudar a digerir la fibra y producir compuestos ácidos para mantener saludable el revestimiento intestinal.

¿Para qué se pueden utilizar los probióticos?

Se han realizado muchas investigaciones para saber si tomar probióticos es bueno para personas sanas y para personas con trastornos específicos. La evidencia científica sobre su uso sigue creciendo.

Algunas de las áreas en las que los probióticos podrían ser beneficiosos son:

  • Cuando se está en tratamiento con antibióticos:

Los antibióticos son realmente útiles para combatir las infecciones bacterianas. Sin embargo, también provocan cambios importantes en el equilibrio de nuestras bacterias intestinales, lo que a veces provoca diarrea. Las investigaciones muestran que muchos probióticos podrían ayudar a reducir el riesgo de diarrea relacionada con los antibióticos Esto es especialmente cierto cuando las personas comienzan a tomar estos productos dentro de los 2 días posteriores a la primera dosis de antibiótico.

  • Cuando se viaja a países exóticos

La diarrea del viajero puede ocurrir debido a una infección bacteriana o viral durante o después de un viaje a países específicos. Los síntomas incluyen deposiciones líquidas tres o más veces al día, ya sea durante el viaje o poco después. Por lo general, dura entre tres y cinco días y es una enfermedad común, generalmente leve, que se transmite por una mala higiene. Los probióticos pueden reducir la posibilidad de padecerla. Si se va a una parte del mundo donde la diarrea del viajero es común, entonces se podría considerar tomar el probióticos según indicación médica.

  • Si se es constipado

Hoy día, padecer estreñimiento es común. Los síntomas incluyen evacuaciones intestinales poco frecuentes, heces duras, hinchazón y esfuerzo abdominal. Estudios recientes han demostrado que ciertos probióticos pueden ayudar a aliviar los síntomas.

  • Si se padece de Síndrome del intestino irritable (SII)

El SII es muy común entre los adultos. Los síntomas incluyen diarrea intensa o estreñimiento, junto con hinchazón. Se ha demostrado que algunos pacientes tienen cambios en el equilibrio de sus bacterias intestinales.  Las investigaciones han demostrado que ciertos probióticos pueden ayudar a reducir los síntomas, particularmente la hinchazón. En general se recomienda que los pacientes con SII tomen probióticos durante un período de prueba. Si no funcionan, se sugiere probar con otra marca o suspenderlos. Pueden no funcionar para todos ya que los efectos varían según la cepa probiótica utilizada, por cuánto tiempo se usa y el síntoma que se trata.

¿En que alimentos se pueden encontrar?

Si se los quiere incorporar en forma de alimentos a la dieta, se deberían elegir productos fermentados como los yogures a los que se les agrega, por ejemplo, lactobacilos o estreptococos. Hay que asegurarse de que diga «contiene cultivos vivos o activos» en el envase. Otros alimentos fermentados, como el kéfir y la kombucha, también pueden contener microorganismos beneficiosos. A algunos alimentos no fermentados se les agregan microorganismos. Estos alimentos incluyen algunos cereales, jugos, leches, barras nutritivas, batidos y leche en polvo (fórmula) para bebés y niños pequeños. Hay que destacar que estos alimentos proporcionaran beneficios probióticos dependiendo de los tipos y cantidades de microorganismos que tengan.

Si se está sano, es poco probable que un suplemento probióticos sea beneficioso. Si se padece una afección intestinal y se desea probar un probióticos, hay que  asesorarse sobre el producto con mejor evidencia científica para mejorar los síntomas.

Se deben guardar  los alimentos o suplementos probióticos según las condiciones recomendadas (por ejemplo, temperatura) que figuran en el paquete, de lo contrario se puede ver afectada la cantidad de probióticos «vivos» que contendrá el producto cuando se lo consuma.

A tener en cuenta…

  • Hay billones de bacterias naturales en nuestro intestino que nos ayudan a mantenernos sanos, pero a veces pueden perder el equilibrio.
  • Los probióticos son bacterias buenas que pueden mejorar el equilibrio de nuestras bacterias intestinales. Se pueden encontrar en productos alimenticios como algunos yogures y bebidas lácteas fermentadas, y también en suplementos en forma de comprimidos y cápsulas.
  • Si se elige un suplemento probióticos, se debe seguir las instrucciones del profesional sobre la dosis y la duración del consumo.
  • Cuando se padece una afección intestinal, se debe asesorar para saber qué probióticos tienen la mejor evidencia para controlar los síntomas.

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