Actividad física y alimentación saludable: pilares para aliviar el dolor por lesiones

  • 26/04/2024

El dolor es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo. La dolencia de espalda específicamente es una de las razones más comunes por las que las personas faltan al trabajo y buscan atención médica. Esta afección puede afectar la calidad de vida de las personas y limitar la capacidad de realizar tareas diarias. Supone además, un gasto muy elevado para los sistemas de salud.

Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de tener algún tipo de dolor como la edad, la falta de ejercicio, el sobrepeso y la obesidad, levantar objetos de forma inadecuada, trastornos psicológicos, etc.

El tratamiento del dolor puede variar dependiendo de las causas y la gravedad de los síntomas pero la mayoría de las personas que lo padecen desconocen las estrategias más efectivas para resolverlo

En general se suele recomendar una combinación de varias estrategias que pueden incluir el reposo, la aplicación de frío, ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, masajes, consumo de antinflamatorios, entre otras.

 

Cuando una persona activa tiene una lesión o algún tipo de molestia o dolencia, el reposo continua siendo uno de lo que terapias más recomendadas. Esto la inhabilita a realizar actividad física por algún periodo de tiempo, lo que puede llevar a un posible aumento de peso.

 

Actualmente, varios estudios demuestran que las herramientas más efectivas frente al dolor son en realidad el movimiento, mantener hábitos alimentarios saludables evitando el exceso de peso corporal. 

 

El dolor es un mecanismo de protección de nuestro organismo, el cerebro percibe un daño, y usa el dolor para que no se utilicde la zona dañada y permite así que se recupere.

Existe una baja relación entre anomalías anatómicas y dolor. Muchas personas tienen lesiones y no sienten dolor.

Pero, a su vez, los diagnósticos y las palabras de los profesionales de la salud a veces si pueden afectar el dolor, produciendo miedo al movimiento, lo cual aumenta el riesgo de sufrir más dolor y retrasa la reparación de la lesión.

Por lo tanto, lo primero que debemos hacer es confiar en la capacidad de recuperación. Y luego movernos! La actividad física y alimentación saludable es la mejor terapia contra el dolor crónico, siendo el ejercicio de fuerza más efectivo para reducir el dolor que los ejercicios aeróbicos.

También se recomienda realizar pausas activas y estiramientos en trabajos que requieran estar sentados por largos periodos de tiempo

Al movernos reducimos percepción de fragilidad, y perdernos el miedo a movernos, y el movimiento bloquea el dolor. Además movernos lleva sangre y nutrientes a los lugares lesionados y acelera la recuperación.

La parte emocional es otro de los factores que afecta mucho la sensación de dolor, como la ansiedad, problemas laborales, insatisfacción, depresión, etc, por lo tanto también es importante acompañar con psicoterapia.  Se sugiere evitar pensamientos catastróficos y pensamientos negativos porque estos influyen en la percepción del dolor.

En conclusión, el movimiento, los pensamientos positivos y los hábitos saludables son fundamentales para lograr tener una buena calidad de vida y ayudar a aliviar o eliminar el dolor.

 

 

 

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