Todos en algún momento hicimos alguna de estas dietas: la de la sopa, la del grupo sanguíneo, la de Atkins, dunkan, la macrobiótica, la disociada, la détox, etc.
Estas dietas son llamadas milagrosas porque prometen:
- Pérdida de peso rápido
- No presentan pautas de actividad física o ejercicio físico
- Prometen cambios a corto plazo en lugar de objetivos a largo plazo y sostenibles
- Eliminan determinado grupo de alimentos o se centran en un grupo de alimentos
- No se pueden mantener de por vida
Actualmente estas dietas fueron cambiadas por estilos de alimentación que se han vuelto tendencia: como el ayuno intermitente, dieta keto, paleo, real fooder, o vegana, etc.
Estas dietas a diferencia de las dietas milagrosas son más flexibles…a mayor flexibilidad mayor adherencia a la dieta, o sea podemos mantenerla por más tiempo.
El ayuno intermitente nos hace comer menos de manera indirecta al sacar uno o más tiempos de comida, lo cual favorece el déficit calórico que nos lleva a la pérdida de peso corporal.
La dieta cetogénica, nos incentiva a comer comida real. Es saciante lo cual nos lleva a ingerir menos calorías pero además hay una perdida rápida de peso de agua y glucógeno al bajar los carbohidratos.
La real fooder y paleo nos hacen comer alimentos naturales evitando los ultraprocesados (alimentos con muchos ingredientes que generalmente son elevados en azúcar y grasa) por lo que alimentarnos de esta manera nos lleva a ingerir menos calorías también.
La dieta vegana al alimentarnos de alimentos exclusivamente vegetales generalmente son más pacientes y también lleva a tener un déficit de calorías.
Todas las anteriores conducen, en definitiva, a consumir menos calorías. La ciencia nos dice que para bajar de peso tiene que haber un déficit de energía, pero aunque hay personas que tienen buena adherencia a estas dietas al principio, la realidad es que con el correr del tiempo la terminan abandonando.
Resumiendo: cada una de estas dietas tiene aspectos positivos y negativos (unas restringen grupos de alimentos, otras son más rígidas, etc.), sin embargo comparten el déficit calórico, y que tarde o temprano fracasan.
Por esto, antes de empezar por ti mismo con una dieta “de moda” es importante el asesoramiento por parte de un Licenciado en Nutrición para que te guíe y acompañe a mantener una alimentación saludable como estilo de vida, flexible, sin restricción de grupos de alimentos, variada, nutritiva ya que esto ha demostrado ser mucho más efectivo a largo plazo, logrando mayor adherencia, siempre acompañado de actividad física.
