¿Es posible comer sano sin gastar de más? Por supuesto que sí. Ahorrar en comida no tiene que ser sinónimo de descuidar nuestra alimentación. Aquí te contamos cómo hacerlo:
- Compra frutas y verduras de estación.
Una buena estrategia para reducir gastos es aprovechar a comprar frutas y verduras de estación, que son aquellas que están en su mejor momento en cuanto a calidad y precio. Cuando los precios son más bajos, debido a la abundante oferta, es conveniente comprar grandes cantidades y conservarlas congeladas o en conservas para cuando no sean tan accesibles.
- Aprende a cocinar.
La comida preparada en casa siempre es, además de más saludable, más económica. Si tu objetivo es ahorrar en alimentación te sugerimos comer más en casa y menos afuera. Preparar la cena en vez de pedir comida a domicilio o llevarte la vianda en vez de comprar tu almuerzo son hábitos que impactan en tu presupuesto.
- Compra al por mayor.
Cuando se trata de alimentos que utilizas en gran cantidad o con mucha frecuencia, la recomendación es buscar un local mayorista y comprar en grandes cantidades. Siempre resultará más económico que comprarlo en pequeños envases.
- Aprovecha los alimentos sobrantes.
Aprender a gestionar la comida sobrante es fundamental para evitar el desperdicio de alimentos. El secreto está en congelar los sobrantes inmediatamente o utilizarlos como ingredientes para otras preparaciones. Por ejemplo, ¿te sobró arroz? No lo tires. Úsalo para preparar una tortilla o unas croquetas.
Estas claves, que puedes poner en práctica a partir de hoy, te permitirán gastar menos en comida y, al mismo tiempo, cuidar tu alimentación.
Lic. M. Rodríguez
Febrero 2020