Una alimentación sana empieza en el supermercado. Es en el momento de la compra que decidimos qué alimentos formarán parte de nuestra dieta. En las grandes superficies podemos encontrar opciones saludables, pero también debemos enfrentarnos a una gran oferta de productos ultraprocesados.
Estos son algunos consejos para realizar una compra saludable:
- Lleva una lista.
Antes de ir al supermercado es fundamental revisar la despensa y la heladera para saber exactamente qué necesitas. De esta forma evitarás caer en tentaciones y comprar productos innecesarios.
- No vayas con hambre.
Ir con hambre al supermercado favorece la compra impulsiva. Cuando haces las compras con el estómago vacío es más probable que te dejes tentar por la gran variedad de ofertas y termines comprando productos ricos en azúcares, grasas y calorías.
- Aprende a leer las etiquetas.
No se trata de convertirte en un experto en etiquetas e información nutricional. Pero sí es importante saber identificar la información que te interese: ingredientes, contenido de nutrientes o procedencia. De esta forma serás capaz de comparar diferentes productos para elegir el más adecuado y no dejarte embaucar por la información engañosa que, muchas veces, aparece en las etiquetas.
- Compra los congelados al final.
Los productos congelados deben mantenerse a temperatura de congelación para conservar su calidad y su inocuidad. Una vez descongelados no se deben volver a congelar. Desde el momento de la compra hasta que llegas a destino debería transcurrir el menor tiempo posible para evitar romper la cadena de frío. Por eso, los productos congelados deberían ser lo último que colocas en el carro y lo primero que guardas al llegar a casa.
Estas recomendaciones te ayudarán a tomar decisiones más saludables y también te permitirán ahorrar tiempo en tu próxima visita al supermercado.
Lic. M. Rodríguez
Octubre 2019
